En Chile, a fines de 2023, 4.477 mujeres estaban privadas de libertad. Antes de ingresar al sistema penitenciario, un 84% no tenía empleo remunerado y, entre quienes sí trabajaban, un 40% lo hacía sin contrato. Estas cifras evidencian la precariedad laboral previa y anticipan mayores barreras tras la reclusión: al limitado acceso a empleos formales se suma el estigma carcelario, lo que incrementa el desempleo y dificulta la reinserción.
Frente a esta realidad, un grupo de investigadoras de la Universidad de La Frontera, lideradas por la doctora en Psicología Social Alba Zambrano, impulsó el proyecto EcoCreArte: reciclaje creativo y salud mental para la autonomía económica de mujeres en situación de reclusión, una iniciativa que busca abrir nuevas oportunidades de reinserción sociolaboral.
La iniciativa, que recientemente realizó su lanzamiento en el Centro Penitenciario Femenino de Temuco, fue reconocida como ganadora del Desafío de Innovación con Perspectiva de Género 2025, convocatoria organizada por Corfo, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género de La Araucanía y cuatro universidades regionales a través de sus proyectos InES de género.
Trabajo creativo y autonomía
El proyecto EcoCreArte busca la habilitación sociolaboral de mujeres privadas de libertad, promoviendo la autonomía económica, el bienestar psicosocial y nuevas oportunidades de reinserción. Parte de la premisa de que la independencia económica es clave para reducir la reincidencia y que esta requiere un proceso integral con componentes socioemocionales, técnicos y de gestión.
A través del reciclaje creativo, las internas elaboran productos ecoartesanales como bolsos, estuches, libretas y objetos decorativos con materiales reutilizados. El modelo incluye talleres psicosociales, formación en impresión 3D y alfabetización digital, además de sesiones para fortalecer competencias laborales y de negocios.
De la capacitación a la autogestión
Uno de los ejes centrales del proyecto es preparar la creación de una microcooperativa intrapenitenciaria, que permita avanzar hacia la autogestión y la comercialización de los productos en ferias solidarias, tiendas sociales y plataformas digitales.
Según la Dra. Zambrano “la reinserción no puede limitarse a la capacitación laboral, sino que debe integrar salud mental, género y comunidad. En Temuco comprobamos que cuando las mujeres participan en procesos creativos y colectivos, logran recuperar confianza, tejer lazos de apoyo y proyectarse hacia el futuro”.
El equipo interdisciplinario que impulsa el proyecto reúne expertas en psicología comunitaria, ingeniería civil industrial, antropología, terapia ocupacional y diseño, lo que permite articular saberes técnicos, artísticos y comunitarios en un enfoque integral.
Un modelo replicable para políticas públicas
EcoCreArte fue concebido como un modelo escalable a otros centros penitenciarios y programas de reinserción. Su potencial radica en su flexibilidad metodológica, bajo requerimiento de infraestructura y posibilidad de alianzas con redes de economía social y organismos públicos.
Según la Dra. Zambrano, replicar este enfoque en otras regiones permitiría enriquecer las políticas de reinserción con una mirada integral sensible a las trayectorias de las mujeres y orientada a cambios sostenibles.
“El gran desafío es crear condiciones reales tanto al interior de los centros como, sobre todo, en las comunas, donde se juega la verdadera inclusión social. Esto requiere articulación intersectorial, colaboración con las familias y la comunidad, y la apertura de oportunidades efectivas para que las mujeres puedan sostener su bienestar y ejercer plenamente sus derechos” finalizó la Académica.
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